sábado, 19 de julio de 2014

Editorial - LA PARTICIPACIÓN: VALOR Y FIDELIDAD


Cuando la sociedad se pone difícil, la tendencia a aislarnos puede ser un riesgo muy grande… Necesitamos fuerza para no apartarnos de la responsabilidad y el compromiso.

  Todos sentimos nostalgia, en algún momento, de una tierra que podría estar “más allá del arcoiris”, y donde, como a los bebés, alguien nos acunara  y nos resolviera mágicamente nuestros problemas.
  También es muy común la tentación a la que cedió  un funcionario romano tristemente famoso, allá en tiempos de Cristo, cuando en un gesto que él quizás consideró  muy elegante  (y que se realizaba entonces como signo jurídico para desentenderse de una causa), pidió una palanganita para “lavarse las manos”. El mentado personaje quedó inmortalizado en el Credo y en los Evangelios como el cobardón más grande de la Historia.
  Participación significa valor, fuerza para salir de nuestras comodidades y superar nuestros  miedos, sobre todo cuando se juega el destino de nuestros hermanos.
  Pero también quiere decir compromiso, fidelidad a la palabra empeñada y a la tarea que se nos ha asignado, especialmente cuando formamos parte de un proyecto común. Y podemos lograrlo cuando nos involucramos no sólo con la inteligencia, sino además, sanamente, con los cinco sentidos, con el corazón y con la voluntad.

                                   La Redacción

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