sábado, 17 de mayo de 2014

La esperanza, el mensaje de Facundo.

Por X

“Pero hay gente que no se anima a ser feliz, que prefiere la seguridad del dolor, volver al pasado donde sufrió, Que vivir el presente que lo puede enriquecer…La vida es peligro, cuando comprendemos que nos puede  pasar todo es cuando pasamos a ser hombre y el hombre ve y goza la totalidad porque no tiene divisiones en la cabeza.
El hombre fragmentado vive de pleito en pleito porque solo genera divisiones, es decir se empobrece al empobrecer, por eso se amarga solo porque perdió river o solo se alegra porque ganó boca…el hombre entero comprende el dolor de los demás y comparte la alegría de cualquiera.
El hombre, es un poco de agua en una botella que anda a la deriva por un mar infinito, pensa en que te transformarías si lograras romper la prisión de la botella” (Facundo Cabral)
                El tema que nos ocupa este mes es la esperanza, pensaba escribir o decir otras cosas, pero no puedo olvidarme del maestro, Facundo Cabral.
                Trataré de desarrollar en breves líneas el tema principal relacionándolo con algunas reflexiones de facundo.

                En primer lugar, pienso en la esperanza como algo especial, el fin de un camino, es trabajar por algo que nos gusta. Por eso la esperanza es esa idea que nos mantiene vivos, ese ideal hermoso por el que nos gusta dar la vida.
                Es un camino dije, en el cual cobra vital importancia no tanto el final sino el paso a paso, a cada día le basta su afán, vivir el presente, sentirse bien en el ahora, porque el ahora es el momento para estar con los demás “Que es lo más desdichado, le pregunté al derviche en las afueras de Teherán, no encontrarle sentido a la vida me dijo. Qué hace el hombre maduro, aceptar que todo termina siendo una monotonía, pero también goza de la diversidad de las reiteraciones. El hombre maduro, ante todo, espera, privilegio del que ha superado a la ansiedad. ¿A donde le gusta vivir maestro? Por ahora aquí, no podemos ser descorteces con el ahora y el aquí que nos eligió el señor, sería bueno que mañana quisiera vivir donde este, al fin y al cabo el mundo esta en uno. ¿Qué le gusta pensar? Que siempre habrá otra oportunidad. ¿Qué es lo que más le gusta maestro? Ver como se renueva la naturaleza, que no pierde tiempo con la cultura que se le opone, que hace trampas para evitarla” (este es un nuevo día, facundo Cabral).
                En este andar, podemos tener pautas concretas para ver y sentir la esperanza, yo las identifico con el sermón de la montaña, pequeñas oraciones concretas, que quizás, son bastantes crueles. Al parecer, en la vida para alcanzar el reino hay que ser pobre, desdichado y sufrido. La idea de este aporte es no  quedarnos con eso, sino en buscarle sentido a la vida.
                ¿La añoranza concluye siendo un camino de sufrimientos? Creo que no, porque el secreto se encuentra en entregarnos, la respuesta al sufrimiento es  la compañía; ¿Cuándo te vimos pobre, sediento o hambriento maestro? Preguntaron los justos, y el Señor respondió, cuando lo hacen con algunos de los más pequeños de mis hermanos me lo hacen a mí también. 
                Por todo esto, sintetizo que la esperanza es el camino que compartimos en el día a día con nuestros hermanos, trabajando juntos para formar el reino, evitando concentrarnos en nuestro propio mundo, romper nuestra celda de prejuicios y alcanzar la felicidad a la par de nuestros hermanos, encontrando de esta manera el sentido a la vida.

“El hombre ambiciona cada día más y pierde el camino por querer volar
Por correr el hombre no puede pensar, que ni él mismo sabe para donde va
Siga siendo niño y en paz dormirá sin guerras ni máquinas de calcular
Dios quiera que el hombre pudiera volver a ser niño para comprender
que está equivocado si piensa encontrar con una chequera la felicidad
Vuele bajo, porque abajo esta la verdad, eso es algo que los hombres no aprenden jamás”

(Vuele bajo, Facundo Cabral)

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