El chavo es un personaje que vive en la conciencia y en la mente de cada uno de nosotros, todos alguna vez han visto a la vecindad y se han reflejado en algún personaje o reído de él, por ello, decidí describir con gratitud ese consorcio de propietarios que juntos conforman una bonita vecindad.
Por X
- Comenzaré por el principal, el
Chavo.
El chavo vive en un barril, no
tiene familia y solo ostenta un grupo reducido de gente amiga, vive de la
limosna y de lo que consigue limpiando vidrios en la calle.
Mi amigo, sufre en carne propia
la adicción por las tortas de jamón, él las consigue en una cocina de su
ciudad-donde poco se vigila y donde mucho pasa-, se vuelve loco por ellas. La
policía lo ve siempre y de vez en cuando le hacen alguna visita. El chavo, suele hacerle mandados al comisario
para así comer más tortas o incluso algún refresco de tamarindo.
El comisario es un hombre de bien,
que se supo ganar su comisaria, la mejor de todas, la que queda en el centro de
la ciudad, cerca del teatro y de la plaza. Como por arte de magia se cuenta que
sabe hacer desparecer muchas cosas o hacer que aparezcan en otro lado-. Pero
bueno, no me voy a detener en el policía, él ya tendrá su espacio en estas
hojas.
Vuelvo al chavo…Este pibe sabe
que tiene acceso a la vivienda, sabe también que las leyes y el mundo de los
grandes legisladores de Washington le han otorgado derechos por su sola condición de niñito, esto lo sabe
porque, amén del barril, se ha juntado con revolucionarios de verdad que le han
leído la norma, que le afirmaron que la Constitución los ha receptado y hasta
incluso, que establece esa prerrogativa liberal de la propiedad y el acceso a
la vivienda digna. Él gracias a Dios lo sabe todo, como dije, estos
revolucionarios tienen un taller y de ahí salen los futuros rebeldes.
Como verán, mi compañero vive de
la limosna, sobrevive el día a día trabajando para poder zafar. No pudo conocer
a sus padres, ve en la esquina su grupo de referencia y en la vecindad un lugar
de integración.
- El señor Barriga.
El Sr. Barriga es un gran
empresario, tiene la inmobiliaria más grande e importante de la ciudad, con sus
amigos saben jugar al golf, ir de fiestas en fiestas, ellos están contentos
porque se dan cuenta que pueden manejar los precios de los alquileres. Se
podría decir que son los garantes del art.14 bis C.N., los referentes del
art.17 C.N. y quienes pueden colaborar para que vos o yo podamos tener nuestra
casa o alquilar nuestro primer departamento.
No obstante ello, cuando conviene
el Sr. Barriga permite la deuda o es permisivo en el pago de la renta. Eso
generalmente ocurre cuando observa la posibilidad de entregar a un amigo o
conocido algún departamento sin ocupar.
Es muy amigo del intendente, con
él se diagraman los nuevos planes de urbanización y se aceptan, con una buena
ordenanza, la construcción donde no se es permitido.
- Doña Florinda.
Es la madre de Kiko, es soltera y
cobra una pensión derivada. Se ha mantenido con la fuerza que una mujer puede
hacerlo, apostando por su familia y creciendo día a día en el amor.
Florinda, sufrió el deceso de su
marido y padre de Kiko durante el embarazo, su madre y sus amistades le
recomendaban el aborto, ella siguió a pesar de todo. Hoy demuestra ser una
excelente mujer, trabajando y tratando de ser ejemplo de lucha, verdadera lucha
de mujer, lucha por la vida.
- Kiko.
Es el hijo de Florinda y amigo
del chavo. A pesar de su realidad trata
siempre de ayudarlo, sin embargo, su condición-de niño bien- a veces lo hace
renegar y pelearse con su amigo.
Es explorador de Don Bosco, vive
esperando los sábados y domingos para compartir con ellos y sus animadores
excelentes fines de semana, ahí entendió su realidad y se pudo acercar a la fe.
- Don Ramón.
Este hombre es desocupado como el
chavo, vive de mendigar y ocupa el inmueble que habita con su hijita. El Sr.
Barriga le permite esto a cambio de colaborar en la causa del intendente y de
su organización política “10 de diciembre”.
Es fanático del fútbol y
participa de la barra brava de su equipo, con ellos van a la cancha de local o
visitante, manejan los estacionamientos y venden entradas, la que comparten con
el líder más una colaboración al comisario.
- Doña Clotilde.
Jubilada del Ministerio de Educación,
cobra una jubilación pequeña en relación a lo que percibe un empleado en
actividad, quizás será porque su gremio-una gran central gremial- siempre
cierra los salarios “en negro”.
- El Profesor Jirafales.
Hoy por hoy, el “profe” no puede
dar clases porque fue acusado de abuso sexual, un juicio iniciado por unos
padres con dos elevaciones a juicio y que lleva más de 6 años sin resolver.
Este maestro, convencido de su inocencia, sufre el desempleo y el desamor de
Florinda, quien enterada de lo que ocurrió, lo dejó de invitar a tomar su taza
de café.
- El cartero.
Algunos dicen que murió y otros
afirman que no, todavía sigue siendo un misterio.
Hasta aquí algunos de los
integrantes de la vecindad, seguramente no entendiste nada. Pero sencillamente
lo que quise describir son algunas de las situaciones cotidianas que se dan en
la sociedad. Creo que no podemos seguir mintiéndonos y dejando pasar lo ocurre:
El negocio de las inmobiliarias
imponiendo precios y manejando las sumas de dinero que manejan, los poderes
políticos atrás de cada uno de sus actos.
La policía, no toda, vive
envuelta en un manto de sospecha, muchas veces convive con el delito y hasta a
veces lo genera. Sigue en mi memoria Luciano Arruga y Miguel Bru como así
también, los “chavos” que día a día sufren su persecución.
Los jubilados, que si bien es
cierto que su condición ha mejorado, continúan perdiendo espacios y quedando a
la cola de los reclamos salariales.
Las barras bravas y las
organizaciones políticas que viven de la pobreza y las mafias.
Los chavos, nuestros pibes, en el
medio de toda esta mierda. ¿Cuánto más tenemos que trabajar para ayudarlos? ¿Cuánto
más esfuerzo hay que hacer para colaborar con su vida? Ellos, como todos los
demás, merecen de nuestro compromiso. La solidaridad que pretendemos debe ser
concebida como un compromiso serio por el otro, debe permitirnos ver la
realidad en la que vivimos y denunciarla, no podemos estar callados ante las
injusticias, no podemos acostumbrarnos, debemos gritar, como Pepino: ¡La mafia es una montaña de mierda!
La solidaridad es un compromiso
por el otro y una lucha constante por contar la verdad. La verdad para mí es
Dios, es la cruz y la resurrección, es la solidaridad de un Dios que se hizo
hombre y vivió por nosotros.
Aprovechando el espacio y el
blog, les agrego un link a una hermosa canción sobre un gran periodista, de un
gran poeta-Daniel me metí en tu quintita…cuidado ehh-.
http://www.youtube.com/watch?v=uKJVyNqn5Uk
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