sábado, 15 de marzo de 2014

“El club no se acerca a una escuela, y las escuelas tampoco se acercan a los clubes”

Liz Vargas, ex directora de la escuela 56, nos cuenta su experiencia reciente de conformar una red de instituciones que promuevan y protejan los derechos de los niños.



Por Juan Pablo Olivetto Fagni



Liz Vargas se recibió de maestra en el año 1987, algunos años después estudió psicopedagogía, y en el 2003 realizó la licenciatura en educación en la Universidad Virtual de Quilmes. Además realizó muchos seminarios y talleres sobre las ciencias sociales y el ambiente. 17 años de docencia, y otros en los gabinetes (hoy equipos de orientación). Desde el 2006 al 2011 fue vicedirectora en la escuela nº56, y desde el 2011 hasta estos días fue directora en dicha escuela. Pero próximamente trabajará como directora en la escuela 120.


En su función directiva en la escuela 56 “Almafuerte”, se puso como objetivo llevar a delante un proyecto pedagógico desde la institución, a partir de un fuerte trabajo con toda la comunidad educativa. Y se encontró con muchas cuestiones administrativas y organizativas que llevan tiempo y energías, pero aún así llevo adelante una propuesta pedagógica construida por toda la escuela.




Para ese proyecto educativo los ejes fueron: identidad, ambiente, nuevas tecnologías, atravesados todos los ejes por los derechos de los niños. Sostenido y fundamentado por la ley de promoción y protección de los derechos del niño, el proyecto abordó las problemáticas como el contrato con las familias. “Vos imaginate que cuando yo llegué a la 56 a la semana tenía un piquete de padres —afirma Liz— para que echemos a un chico de la escuela, a las dos semanas ya tenía un discurso delante de todos los padres, diciendo que ningún chico iba a ser echado, y hoy los padres te hacen piquete si perseguimos a un pibe. Fue todo un cambio tremendo…” En ese proyecto, se trabajo la implementación del nuevo diseño curricular, y se abordó fuertemente la convivencia entre los miembros de la escuela. El diagnóstico de los docentes era que los alumnos no sabían poner en palabras lo que les pasaba. Hoy ante un problema de convivencia se hace una asamblea áulica.



Todas estas cuestiones serán desarrolladas en profundidad en futuros textos. Pero en esta ocasión les compartiré las cuestiones referidas al trabajo en red entre instituciones, o como me parece más preciso: la construcción de estructuras de vida.



J: Estuve chusmiando el blog de la escuela (http://escuelaprimaria56.blogspot.com.ar) y ahí vi algunas cuestiones que me llamaron la atención. ¿Qué es y que hace la Mesa Multisectorial Oeste?

L: Esa la creamos nosotros… yo te digo, la 13.298 prevé, ante una vulneración de derechos de una niña, niño, adolescente, instancias previas a las judiciales, pero para eso tiene antes que (hace una pausa) en las escuelas no puede desconocerse esa ley, y nosotros creamos una Mesa con 20 escuelas, empezamos a trabajar con Norma Ojeda, del colegio de abogados, gente amiga que conocemos de la militancia social; trabajamos los dos paradigmas, escribimos un objetivo de la Mesa, hasta que a fines del 2011/inicios del 2012 las inspectoras de psicología reorganizaron las escuelas, y cada escuela tenía un lugar a donde ir. Una Mesa que no existía, había que crearla. Y nosotros ya habíamos hecho por zona, ¿no?. Por que decíamos que una de nuestras líneas de acción era: “compartimos objetivos, compartimos también los niños”. Por ejemplo, en la Mesa Multisectorial que estaba el CPA (Centro de Prevención de las Adicciones) de la Cumbre, estaba el Centro Vecinal “El Triunfo”, teníamos alumnos que iban al CPA o padres que iban al CPA por sus hijos, o chicos que iban al taller de huerta en El Triunfo, nosotros compartíamos a los chicos y compartíamos las problemáticas…



J: Así que esa mesa la conformaban, la escuela, como otro tipo de instituciones…



L: Sí, salitas de primeros auxilios, ¿viste las municipales? Eh… centros vecinales, clubes. Pero bueno, un poco después se diluyó, porque, bueno, como todo. Viste cuando uno está coordinado… La cuestión es que la escuela 56 siguió trabajando en red con las instituciones cercanas y era más operativo y era más rápido, que esperar la reunión de la Mesa. Y la Mesa bueno, tuvo su función, hicimos una cadena de mails, hicimos un recursero, que bueno el recursero (listado de instituciones y sus contactos) me quedo en la escuela ahora que lo pienso (risas) había un montón de instituciones en toda la zona oeste para trabajar, te venía la mama a decir “mirá, yo trabajo hasta las 5, y por eso de la una hasta las 5 no sé donde mandar al nene”. Vos agarrabas el recursero, y bueno, vos tenés un club de futbol acá. Hablábamos con el referente, “¿puede empezar?, ¿cuándo?”. Entonces al nene le quedaba a 4 cuadras, no había que cruzar avenida. Buscábamos qué lugar, por lo menos la madre trabajando, sabía que una o dos horas el hijo estaba en el club, o estaba haciendo alguna actividad en algún comedor, apoyo escolar ¿viste?




J: También en el blog vi que el Diagnóstico Participativo de 2011 (que se hace entre los docentes, alumnos, auxiliares, las familias), se dijo que no había propuestas barriales como otra alternativa educativa para los chicos. Y se llegó a varias conclusiones. Una: que había que hablar con las autoridades del Club Las Quintas y el Club Alberti



L: Intentamos muchas veces hacer red con esos dos clubes, nunca lo logramos. Hicimos invitaciones a los actos, les mandábamos “señor presidente, la escuela 56 lo invita al acto”.Con las Quintas se había empezado a armar ahora una biblioteca, y bueno, quedaron mamas, porque también ese trabajo de red, lo hacen las madres, porque uno no puede estar en todos lados, y entonces dos mamas se habían encargado de hacer red con el Club Las Quintas, y bueno siempre que iban estaba cerrada la biblioteca. Así que no pudimos hacer red.



J: ¿Y por qué? ¿Las instituciones no están acostumbradas a trabajar así?



L: Yo creo que las instituciones trabajan con los chicos que se acercan al club, el club no se acerca a una escuela, y las escuelas tampoco se acercan a los clubes. Yo la otra vez estaba con, hace unos años atrás, toda la movida de 17 y 72. Con La Grieta, con El Galpón, y le decía a la escuela 58 “¡que bueno!” Y me decían: ah no, nosotros no conocemos el galpón. ¡Y están en frente! Eso te estoy hablando hace unos años atrás, ahora si. (…)

En los clubes necesitás gente comprometida, no en todos los clubes tenés a una Soledad Odello, a un Matías Torres, ahí tenés además a toda la Juventud Guevarista, que impulsa un montón el trabajo con los chicos, la murga. Uno de los chicos nuestros salió a flote gracias a la murga, después hubo más problemas, pero lo que quiero decir, es que es raro que en un club ofrezcan más que un servicio; uso de la biblioteca, prestamos de libros (...) Por ahí el club de fútbol infantil, por ahí es más que el club así de barrio. El entrenador que prepara a los chicos de futbol, ese está más presente en lo que es la red. Muchas veces hemos trabajado hasta por teléfono, decirle mirá, tenemos un problema con tal y tal, ¿vos podrás hablarlo también en fútbol? Y es más referente el entrenador que el padre. El padre era un golpeador, entonces vos recurrís a otros referentes.


J: ¿Y qué otro tipo de instituciones integran la red?



L: Cuando armamos la Mesa, hemos trabajado con salitas siempre que era necesario, con el Hospital de niños. Siempre que hay un niño que está con otra institución, tratamos de establecer la red, el contacto, y casi siempre se hace a través de los equipos de orientación escolar, los que antes se llamaban gabinetes. (…)

Y otras de las redes que se tratan de trabajar, es con los estudiantes avanzados de la universidad, los que se están por recibir de maestros, o con chicos recién recibidos que están haciendo su tesis.  
Trabajamos con la cátedra de soberanía alimentaria, el colectivo Tinta Verde, todos contactos de afuera, no es que te los trae la inspectora.
Y tratamos que la gente que viene de afuera siempre se sostenga en algo que la escuela estaba haciendo, porque antes era al revés, venían con la idea de afuera y la incluían, y por ahí no tenía nada que ver con nosotros.
Y otra cosa es que tenés un procedimiento burocrático que hacer con cada persona que entra a la escuela.
Estaría bueno que se ejerza la red entre escuelas, pero todavía falta para eso.



J: Es otra forma de pensar la institución…



L: El mayor obstáculo es ese, el pensamiento, las concepciones que subyacen y que están muy arraigadas, y que uno las tiene obvio, muchas veces viene uno nuevo y te descoloca.



J: Hoy nos íbamos a encontrar en la escuela, pero por la cuestión del paro estamos acá en tu casa. ¿Qué opinión tenés de la medida de hacer paro? 



L: Yo creo que es la escuela pública la que está en crisis, más allá del salario que es una miseria, aunque es verdad que en los últimos años está mejor que años anteriores. Pero todavía decimos con orgullo que el presupuesto nacional de educación es del 6%. Ahí ya partimos de un error.

Normalmente los maestros están siempre tildados de vagos, que laburamos 9 meses, que tenemos 3 meses de vacaciones, que no es así. Nos ponen en esta situación de opresión a días de que empiecen las clases sabiendo que lo que más le molesta a un docente es tener que hacer paro. Te dicen “¿por qué no peleaste en enero?”. En enero no te atienden. Nosotros incluso en diciembre cuando nos fuimos, en la última asamblea de Suteba, el gobierno provincial se había comprometido con el frente a tener paritarias a partir del primero de febrero. No es educación, es un compromiso con la niñez, con la escuela pública. Vos fijate que están cerrando las casitas de los niños, porque no están pagando las becas.
Hay un discurso político-progresista que no coincide con la realidad, y ante no tener argumentos, te difaman. Entonce el maestro es el vago, “¿Qué quieren los maestros, que trabajan 4 horas?”. Como si fuese tan importante la cantidad. Terminan optando por esto de hacer las paritarias en un marco que no es de paritarias, con un ministro de trabajo que está al lado del ministro de gobierno, que se juntan para firmar una conciliación obligatoria. Es un giro a la derecha prácticamente. La opresión ante el trabajador, porque el presentimos que quieren instalar ahora, es para que no hagan más huelga. (…)
Me parece que el conflicto docente, es la conclusión de otros problemas previos que tienen que ver con el presupuesto, con una voluntad política de qué lugar ocupa la educación en un país, la salud. No puede ser que salud  y educación tengan menos del 7% de presupuesto. Más vale que va a haber conflicto. Y se va a seguir sosteniendo, porque los maestros no tienen ganas de empezar. Luchas conseguidas por años, por ejemplo que se quite el presentismo como suma en negro. Nosotros tenemos un 60% de sumas en negro en el sueldo. Que eso vos sabes que cuando va a previsión no aporta. 
Esta jodido, porque tenés una dirigencia sindical mayoritariamente oficialista.



J: Y entonces, ¿qué es lo que te lleva a seguir apostando por la educación?



Y que se yo… Me parece que apostar a un país mejor, como dicen las princesas “por la paz mundial” (risas). Para mi es un desafío, y además pensar que puede haber un mundo mejor, donde quepan muchos mundos. Siempre pensando en la justicia social, los chicos son merecedores de la inclusión, y va más allá de estar adentro de la escuela.


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