Una pequeña reflexión
de Navidad, preparada para Navidad Solidaria 2014.
Por Juan Pablo
Moreno
Para comenzar esta reflexión
contemplemos la imagen que está debajo del título durante unos segundos…
Sí, son los pastores en el
momento en que uno de los ángeles de Dios les está anunciando que el Salvador
del mundo ha nacido. Reflexionemos entonces, a partir de esa imagen, un poco
sobre ellos.
En el momento en que Jesús nace, tanto Él como María y
José estaban solos. Pero Dios buscó para acompañarlos a gente muy sencilla, unos pastores, quizá porque, como eran
gente de lo más humilde, no se escandalizarían al encontrar al Mesías “envuelto
en pañales y acostado en un pesebre” (Lc. 2, 12) Son estos pastores a los que
se refería el profeta Isaías cuando dijo “El pueblo que caminaba en tinieblas
ha visto una gran luz” (Is. 9, 1).
En esta primera noche en que Dios toma la condición de
humano sólo en estos pastores se cumple esa profecía. Nos cuenta el evangelio
de Lucas: “Un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los
envolvió con su luz. Entonces sintieron mucho miedo, pero el ángel les dijo:
-No teman, pues les anuncio una gran alegría, que será para ustedes y para todo
el pueblo: Les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el
Mesías, el Señor.” (Lc. 2, 9-11)
En esta noche, ellos
son los primeros y los únicos que lo saben. Al igual que ellos, en esta
Navidad, nos podemos encontrar con que nosotros somos los únicos que sabemos lo
que realmente pasa entre tanta publicidad, entre tanto consumismo. Y al igual
que los pastores, hoy es nuestra misión anunciar la llegada del Salvador al
mundo una vez más. La Iglesia nos pide que anunciemos esto con mucha alegría en
las palabras de San Juan Pablo II “¿Acaso
puede haber mayor alegría que ésta, puede haber una Nueva mejor que ésta: El
hombre ha sido aceptado por Dios para convertirse en hijo suyo en este Hijo de
Dios, que se ha hecho hombre?” (Homilía en la Misa de Nochebuena de 1980)
Dios quiso que estos pastores fueran los primeros
mensajeros; ellos irían contando “todo lo que habían visto y oído” (Lc. 2, 20). Y todos los que les escucharon se
maravillaron de lo que los pastores contaban. Lo mismo les pasara a los
apóstoles, habiendo recibido de parte de Cristo el mensaje de amor dirán que
“Por nuestra parte, no podemos dejar de proclamar lo que hemos visto y oído” (Hch. 4, 20). Igualmente a
nosotros se nos revela Jesús y nos pide las mismas virtudes de los pastores y a
los apóstoles: sencillez y humildad para llegar hasta Él, y fortaleza,
sabiduría y paciencia para transmitir su mensaje de amor.
Es posible que en esta noche Jesús nos regale muchas
señales, que a ojos humanos no signifiquen nada, estate muy atento para
descubrir a Jesús en la sencillez, como lo encontraron los pastores, “envuelto en pañales, en un pobre pesebre.”
Recuerda con esperanza esta imagen y siéntete
partícipe de que hoy tienes la misma misión que ellos… El nacimiento de Cristo
te ha sido anunciado, compártelo con todo el mundo.
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