viernes, 29 de mayo de 2015

De la escuela a las urnas. Ideas para pensar al kirchnerismo en la educación.



Juan Pablo Olivetto Fagni


En este artículo, construiré mis reflexiones alrededor de tres ideas sobre los resultados de algunas de las políticas educativas kirchneristas.

- En lo educativo, tenemos una élite académica progre y grandes mayorías tradicionalistas.
- Aumentó la participación de los alumnos en las escuelas y en otros espacios.

- Scioli no es Cristina.





            Incluyo en “las mayorías tradicionalistas” en cuanto a lo educativo, a aquella
s personas que siguen demandando una pedagogía que premia al esfuerzo y castiga al que no obedece a la autoridad, que se horroriza cuando se entera que ya no se va a poner más uno, dos y tres, que mira con malos ojos al ingreso de la política en la escuela, que espera que su hija actúe el 25 de mayo de negra vendiendo empanadas, etc.
Mientras tanto, en un universo paralelo, están los grupos universitarios que desde una mirada progresista están llevando adelante un cambio en la educación. Algunos muy capaces y comprometidos, otros un tanto más mediocres, aprovechan el momento para conseguir un buen laburo al costo de dejar todo (tiempo, dignidad, convicciones) por ganarse el puesto de militante del año. 



            El punto es que no se han dado las discusiones educativas en la sociedad. No se ha podido convencer a las mayorías de que ciertos cambios educativos son necesarios, ni siquiera a gran parte de los docentes se los pudo sumar al proyecto de escuela inclusiva (porque es un proyecto, no una realidad actual). Y ni hablemos de todos los debates mediáticos perdidos, como por ejemplo con el tema de que ahora no se los desaprueba con 1, 2 y 3. Cuestiones que están super fundamentadas pedagógicamente, pero a las familias eso no les llega, y no es sólo porque los canales más vistos sean anti-k, sino que no hay una voluntad política de dar la discusión por fuera de ciertos circuitos cerrados, y se cree que los cambios importantes se pueden hacer desde las oficinas de un ministerio.



            Pero no todo sigue siendo lo mismo en la escuelas, algunos jóvenes están participando más, en los centros de estudiantes o en los encuentros de Jóvenes y Memoria que si bien son llevados adelante por un organismo autónomo y autárquico en parte se vió potenciado por la voluntad del kirchnerismo de llevar adelante los juicios por violación a los derechos humanos, entre otras cuestiones. Y esto no es menor, son pasos importantísimos para democratizar a la sociedad, para que cada ciudadano se haga responsable del lugar que ocupa.



            Además creció la participación en agrupaciones políticas, lo cual también es muy positivo. Igualmente habría que ver qué lugar tienen los jóvenes en los partidos, si su voz es considerada, o es un mero aplaudidor y espectador de decisiones ajenas.  


            Por último, y de cara a las elecciones próximas. Quisiera señalar que la gente que rodea  a Scioli sigue una linea más tecnócrata eficientista, como por ejemplo Nora de Lucía, la Directora de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires. Otro es el perfil de los que siguen más fervientemente la línea más progre K, o también llamados cristinistas, como por ejemplo Teresa Parodi, la Ministra de Cultura de la Nación.


            A nuestro gobernador lo rodea un grupo más ligado a lo empresarial, con una lógica de mejorar las estadísticas y de gestionar eficientemente (no es que esto este mal, pero no se puede reducir lo educativo o lo cultural a esto sólo), un grupo que tiene altas chances de llegar a cargos nacionales, teniendo muchísimo más poder y recursos que los que tienen ahora. Por el otro lado, parecería que los grupos intelectuales, este otro perfil en donde se pueden incluir a los que conforman Carta Abierta, se alinean con Randazzo, pero como buenos políticos peronistas seguramente terminen estando con quien sea necesario para no perder sus lugares en el gobierno.


            Pero a la hora de votar tenemos que ser concientes que nuestros votos direccionan las acciones de los políticos, los cuales hacen una lectura de los resultados y en función de eso toman muchas decisiones. Contra la “farandulización” de la política tenemos que agudizar el discernimiento e informarnos sobre todas las propuestas. Y sobretodo los cristianos, no tenemos que corrernos de nuestra opción preferencial por los pobres, y que esa opción se manifieste en el voto formal, pero también en nuestras decisiones cotidianas y hasta vocacionales. Para nosotros el otro no es sólo la patria, el otro es Jesús.

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