sábado, 21 de junio de 2014

La droga esclaviza, obstáculos para ser una sociedad más libre.


Por Juan Pablo Olivetto Fagni


Reflexiones en torno a una problemática que se lleva puesta muchas vidas, intentando no caer en argumentos sin fundamentos o prejuiciosos, ni que le hagan el juego al narcotráfico.


            Como ya escribí en textos anteriores, la misión de los educadores es (o debería ser) la construcción de estructuras de vida. Para quien le interese profundizar un poco más en eso les recomiendo volver a No alcanzan las buenas intenciones.

            En este caso, me gustaría poner en palabras algunas intuiciones sobre los obstáculos para cumplir nuestra misión educativa, y particularmente en un gran obstáculo/problemática: la drogodependencia. Una cuestión que todos sabemos que está, pero que no llega a interpelarnos ni a preocuparnos de verdad, lo que nos llevaría a hacer algo al respecto. 

            Si bien es cierto que el impacto del consumo de drogas depende de qué droga estemos hablando, de la cantidad que se consuma, de las causas por las que uno consuma, también es cierto que los más esclavizados y asesinados por las drogas son los sectores populares, sobretodo los más excluidos. Pero eso no quiere decir que no haya problemáticas en todas las clases sociales por este tema. 


            La droga esclaviza, la droga mata. Y lo que sostiene esto es el negocio del narcotráfico, estructuras de muerte sostenidas por personas que sirven al dinero, y más allá de todo el trabajo que hay que hacer para desarticular a este red opresora, uno de los puntos que hay que trabajar es la prevención, evitar que acreciente el número de consumidores, no a través de la represión autoritaria ni de la criminalización del consumidor, sino a partir del diálogo y de una educación para la libertad. Los jóvenes son muchas veces condicionados para consumir, ya sea por la presión de pares, por la influencia del individualismo, hedonismo y/o consumismo. Como educadores no podemos olvidarnos de que trabajamos en contra de esos valores el tema es ¿Cuáles promovemos? ¿Y cómo? 

            El consumo de drogas es un tema que genera muchos debates, y como este es un tema en el que apenas estoy empezando a interiorizarme, preferiría evitar tomar posiciones en cuestiones como la legalización o no del consumo de drogas. Lo que si tengo en claro es que tener un discurso pro-consumo y hacerlo público, es claramente irresponsable y es hacerle el juego al narcotráfico, sobretodo sabiendo que no es lo mismo lo que se consume según la clase social y de las graves problemáticas que la droga está causando hoy en los sectores populares. 

            Por último convoco a todas las personas de buena voluntad que quieran meterse más en el tema, con el fin de realizar acciones concretas, a que se comuniquen conmigo por acá o por algún otro medio. Somos muchos los que queremos cambiar esta realidad, pero hay que sumar voluntades, organizarse y apoyar a los que ya están trabajando por construir estructuras de vida.

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